El respeto a la Constitución de nuestros países debe manifestarse en todos los momentos políticos, tanto momentos de tranquilidad como momentos de conflictos.Como Iglesias comprometidas con el Dios de la Vida que reclama la justicia, la paz y el derecho, nos solidarizamos con las iglesias y con el pueblo hondureño.
Reclamamos la reconstitución de la tranquilidad democrática – que respeta la diversidad y las diferencias y busca resolver los conflictos por medio del dialogo y del respeto a la voluntad popular.
Entendemos que la reparación de la constitucionalidad solo será posible con la reconducción del presidente Zelaya a sus funciones, mandato que le fue otorgado por el pueblo hondureño.